Cuando me aprietas el corazón con tu mirada,
Y por un momento, hasta olvido respirar,
Aguanto una lágrima con el alma.
Sin poder quitarte la
mirada al dejarte atrás.
Cuando las historias deciden terminar,
No sin antes exprimirse en un baile
Gotas de sudor y sangre
Que nunca más volverán
Cuando mientras pensaba que todo tenía sentido
Que era la mejor manera para que no sufrieras más
Cuando idealizaba que en tu silencio sufrías de lo mismo
Descubrí, que para ti,
Era un día normal..
César Quijano.